
En este tomo y en las primeras 240 páginas del siguiente se desarrolla la lucha final entre el Partido Liberal y el Partido Conservador hasta la total destrucción del último y la consiguiente sumisión de la Iglesia Católica.
Gibaja trata de demostrar que para que empezara esta lucha, el Partido Liberal le prestó hombres -Comonfort, Zuloaga y otros- al Conservador, y aún lo encabezó para obligarlo a pelear y poder "aniquilar las fuerzas vivas de la sociedad".
Gibaja trata de demostrar que para que empezara esta lucha, el Partido Liberal le prestó hombres -Comonfort, Zuloaga y otros- al Conservador, y aún lo encabezó para obligarlo a pelear y poder "aniquilar las fuerzas vivas de la sociedad".