
En este libro encontrará el lector pruebas escritas y gráficas sobradas para comprender el desarrollo que el Tercer Reich dio a la perfección de las artes plásticas, la difusión de la artesanía a todos los niveles, la indiscutible categoría de la música y la literatura y la ingente labor llevada a cabo por el cine.
El Nacionalsocialismo no alcanzó a crear sus propios artistas, pero potenció de forma inigualable al convertirse el mismo Estado en el mecenas y protector de pintores, escultores, arquitectos y demás creadores de arte.
El propio führer Adolfo Hitler quien fue un excelente acuarelista y diseñador promovió anualmente exposiciones y premió personalmente a los mejores exponentes de la pintura y escultura alemana.
Tras la derrota del Reich, los vencedores angloamericanos se dedicaron a incautar y destruir las obras de arte, así como a demoler las edificaciones hechas en el período Nacional Socialista.
Los dos tomos de la obra original publicado por la organización CEDADE en 1981 se presenta en uno solo, manteniendo su originalidad con el objetivo de aportar al público hispanoamericano este formidable compendio que abrirá el interés sobre este tema, tan desconocido y estigmatizado por las tendencias liberales y decadentes del arte en general.