1a edición, Editorial Heidelberg (2021)
Tapa blanda
15 cm x 21cm, 118 páginas
El Hotel de las Cuatro Estaciones se refiere al último mártir del siglo XX, Rudolph Hess… A la máscara de hierro de Spandau... Don Miguel Serrano, a quien considero un símbolo de la literatura Iberoamericana, no solo chilena… quizá pensó que debía yo haber escrito una obra épica, no me hizo una crítica abierta, pero de alguna forma me sugería que me fuera a la épica. Creo también que el humor, cuando trata un asunto tan terrible como los sufrimientos de Hess, el dolor alquímico, esta profundidad de su testimonio, esta entrega tan completa, tan enternecedora, tan profunda a la verdad, que es la verdad del ser, que es la verdad del héroe, que se mantiene indeclinable, pero yo siento que en el Hotel de las Cuatro Estaciones, lo que estoy diciendo es que desde Spandau, Hess mantuvo el eje mismo, el centro del poder, nunca cedió, nunca se entregó a los verdugos. Creo que Hess es un símbolo literario en su propia existencia, desde su nacimiento misterioso en Alejandría, de su iniciación en la Logia Thule, todo en Hess confirma que el Nacional Socialismo se erige como un orbe de símbolos muy superiores a lo político, y en torno a un altar metapolítico con dagas nibelungas, que eso le hubiera gustado a Don Miguel…
José Luis Ontiveros