1a edición, Ediciones Fides (2024)
Tapa blanda
15 cm x 21cm, 540 páginas
Hoy hablamos del mundo multipolar y de cómo Rusia, a pesar de sus terribles pérdidas, ha preservado su identidad, ha vuelto a la historia y, liberada de la “quinta columna” de los liberales, ha emprendido de nuevo el camino natural y propio del eurasianismo, es decir, la defensa del Heartland. El dominio unipolar del poder marítimo ha retrocedido un poco. En cualquier caso, está claro que Fukuyama anunció el “fin de la historia” y la victoria global del liberalismo de forma un tanto prematura.
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El actor principal del orden mundial multipolar no es un Estado-nación (como en la teoría del realismo en Relaciones Internacionales), pero tampoco un único Gobierno Mundial (como en la teoría del liberalismo en Relaciones Internacionales), sino que es el Estado-Civilización. Otros nombres que recibe son “gran espacio”, “imperio”, “ecúmene”.
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De hecho, en la nueva composición de los BRICS, tenemos un modelo completo de unión de todos los polos, civilizaciones, grandes espacios que existen en el planeta. Con la excepción de Occidente, que aún busca desesperadamente preservar su hegemonía y su estructura unipolar. Pero ahora no se enfrenta a países dispares y fragmentados, llenos de contradicciones internas y externas, sino a una fuerza unida de la mayoría de la humanidad, decidida a construir un mundo multipolar.