
1a edición, Ediciones Fides (2016)
Tapa blanda
15cm x 21cm, 138 páginas
Pensar en disidencia no significa caer en las redes de la utopía o la ucronía, un vicio tan común en muchos entusiastas defensores de una presunta tradición y valores más genuinos. El realismo político supone observar las relaciones de poder, independientemente de los deseos y preferencias de los actores y las teorías y normativas de los expositores. El realismo político otorga valor positivo a la realidad, la verdadera, no la impuesta por las modas epocales ni por los centros productores de sentido difusores de lo “políticamente correcto”.