
“La revolucio?n no es un acto de violencia que acompan?a a una pe?rdida del poder. No es un simple cambio de instituciones o de clan poli?tico. La revolucio?n es la toma del poder para construir una nueva sociedad. Esta gran tarea no puede ser considerada dentro del desorden de las mentes y los actos. Necesita un vasto trabajo de preparacio?n y de formacio?n. El combate “nacional” se queda atascado en las viejas rutinas de mediados de siglo. Ante todo, una teori?a de la revolucio?n debe estar elaborada.”