1a edición, EMInves (2019)
Tapa blanda
15cm x 21.cm, 250 páginas
Durante la Segunda República, el movimiento carlista, reunificado gozó de una extraordinaria expansión y, dispuso de una estructura a nivel nacional. Pronto se convirtió en la fuerza más poderosa de la contra-revolución a nivel militante, especialmente con la reorganización del Requeté, su milicia armada. El carlismo, durante los años de la República sufrió una transformación profunda de la mano de Manuel Fal Conde. Sin embargo, lo que se conoce como "carlismo" no fue homogéneo: bajo la sigla de la Comunión Tradicionalista, se albergaban legitimistas monárquicos, tradicionalistas e integristas. Estas componentes no siempre respondieron a las mismas orientaciones políticas. Durante esos años, el carlismo se vio obligado a compartir "área política" con otros movimientos conservadores y dinásticos y a estar próxima al "área fascista" ocupada por Falange Española. Esta es la historia del carlismo en aquellos años turbulentos.