Descripción
1a edición, Ediciones Fides (2020)
Tapa blanda
15cm x 21cm, 332 páginas
Noomajía es el nombre del quizás más ambicioso proyecto intelectual hasta ahora concebido por Aleksander Duguin, un hombre conocido en Occidente, con cierta justificación, como el filósofo más peligroso del mundo. Este proyecto es un análisis filosófico de la multipolaridad civilizacional, aunque lo que ello significa no puede apreciarse plenamente hasta que la amplia e impresionante noción de la filosofía de Duguin se aclare en el curso de los estudios posteriores. Duguin ha criticado durante mucho tiempo la unipolaridad y la hegemonía del Occidente moderno, no solo en sus dimensiones geopolíticas, sino también, y aún más importante, en sus dimensiones epistemológicas. En el libro La Cuarta Teoría Política, escribe que el mundo multipolar venidero debe ser de alguna manera noético, reflejando la multipolaridad del mismo nous. Esta formulación del problema sugiere que Duguin está especialmente interesado en correlacionar el plano horizontal de la geopolítica con la dimensión vertical que abarca varias configuraciones estructurales posibles de las alturas, profundidades, y amplitud de la existencia cósmica y humana.
A la disciplina resultante la denomina geosofía, mientras que a las configuraciones estructurales verticales las denomina Logoi. La hipótesis de Duguin es que lo que otro escritor ha descrito poéticamente como la floreciente complejidad de las diferencias inter e intra-civilizacionales puede explicarse por tres Logoi básicos y sus estados y fases intermedias. A éstos los denomina el logos luminoso de Apolo, el logos oscuro de Dioniso, y el logos negro de Cibeles (la Gran Madre), utilizando, al menos inicialmente, figuras de la mitología griega para encarnar estructuras más generales. Las figuras mitológicas de Apolo, Dioniso y Cibeles corresponden filosóficamente a Platón (luminoso), Aristóteles (oscuro) y los antiguos atomistas (negro). Por hipótesis, estos tres Logoi pueden encontrarse en diferentes proporciones en todas las civilizaciones del mundo. Detectar su presencia y descifrar su influencia es la clave para comprender la riqueza de la multipolaridad civilizacional y para oponerse así al falso universalismo del Occidente moderno.