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Descripción
1a edición, Ediciones Ojeda
Tapa blanda
12.5cm x 18.5cm, 82 páginas
Jacob sintetiza muy bien el esquema de la regeneración a través de la compasión, contrarrestado por aquellas fuerzas centrífugas que pugnan por destruir ese empuje hacia lo Alto, y que encarnan, en primer lugar, el judaísmo, como arquetipo de la lucha por el poder en este mundo.
Pero Jacob no deja de señalar el impulso regenerador está orientado a revivir el todo social y por este motivo el pensamiento wagneriano no podía dejar de plasmarse en un ideal político.
Jacob reflexiona, junto con el propio artista en citas oportunas y bien escogidas, acerca de la concepción de Wagner respecto al papel del Rey, cuya sola defensa supone una verdadera autocrítica respecto del Richard Wagner revolucionario.
Lógicamente, para Wagner no se trata de un Rey al uso, mero titular del poder del Estado y con poder de vida o muerte sobre sus súbditos, sino por el contrario más bien de una personalidad que detenta la jefatura del Estado por que está destinada a encarnar en sí mismo los ideales más excelsos de la comunidad.
